Qué es lo que pasa en la Ribera

La construcción de un megaemprendimiento urbanístico implicaría inevitablemente la destrucción de los HUMEDALES 

Las costas del Rio de La Plata, con sus bosques nativos, parques y humedales, se encuentran en peligro constante ante la amenaza de las diferentes facetas del hambriento negocio inmobiliario. Desde Tigre hasta La Bahía de San Borombón, los últimos espacios verdes del conurbano son entregados sistemáticamente por funcionarios corruptos a empresas constructoras para que realicen sus proyectos privados con bienes que son públicos. En los últimos tiempos y en todo el cordón rioplatense, las asambleas ciudadanas y organizaciones sociales de distinta índole han resistido en muchos casos, y han frenado en parte o del todo, obras faraónicas que de ser realizadas arrasarían árboles, especies animales y espacios de esparcimiento público.

Aquí en nuestro partido, Quilmes, nuestra causa a defender es la Selva Marginal, que hasta el momento la Ordenanza Municipal vigente declara "Reserva Natural", es decir, que no puede ser destinada a urbanización.  Este pedacito de tierra virgen, que muchos aún no conocen, significa purificación del aire y del agua y sirve naturalmente para que la calidad de vida de los humanos y todos los seres vivos sea mejor. Los humedales actúan como filtro para la contaminación del Rio, lugar de donde se extrae el agua con la que luego se abastecen cientos de miles de viviendas.

Sin embargo, el Intendente de Quilmes, junto a concejales y funcionarios municipales, seducidos por el discurso del "progreso", vienen intentando entregarle a la empresa Techint este espacio natural, que es un bien público y de interés colectivo, para que se construya un proyecto inmobiliario llamado Nueva Costa del Plata. Esto traería consecuencias irreversibles para nuestro medioambiente y la salud de los ciudadanos, en especial de las generaciones venideras.
Cabe hacer memoria y recordar que fue el mismo Techint, en consonancia con el último gobierno militar, uno de los protagonistas en la creación del CEAMSE, cuyas dramáticas consecuencias son de público conocimiento: contaminación del aire, del suelo y de las napas de agua con metales pesados. Aún hoy, este grupo empresario es uno de sus principales accionistas.  ¿Seguiremos permitiendo que continúen con sus negocios a costa de nuestra salud? 

Nosotros somos un grupo numeroso de vecinos autoconvocados, organizaciones y movimientos culturales que, organizados en una Asamblea autónoma y soberana, venimos actuando en pos de impedir que se concrete este sucio negociado entre funcionarios y empresarios que se oponen a la voluntad de la gente y muestran una total indiferencia para con el medio ambiente.

Nuestra labor es diaria, todas las semanas nos reunimos para trabajar en el rio de Bernal, establecemos actividades de difusión y concientización, tanto dentro de la zona costera como la periférica y la céntrica, en Quilmes y Bernal. La idea es enterar a los vecinos de la problemática, ya que muchos no saben que existe esta maravilla natural en nuestro distrito ni la función tan esencial que cumple para todos.

En el marco de estas actividades es que organizamos talleres en el barrio, proyecciones en la vía pública, volanteadas, manifestaciones en el Municipio, juntada de firmas, peticiones a los concejales, consultas con expertos, participación en audiencias públicas medioambientales para incluir la selva dentro de los sitios a proteger, y Festivales en defensa de la Costa, organizados a pulmón y con la ayuda voluntaria de muchos compañeros.

El trabajo continúa, no hay que bajar los brazos, es por eso que necesitamos el aporte de todos los vecinos, ya sea participando de hecho o bien difundiendo y colaborando desde el lugar que se pueda. Todo suma y es de vital importancia.  

Será primordial estar organizados y atentos, listos para alzar la voz en caso de que nuestro Honorable Concejo Deliberante vuelva a intentar aprobar los permisos que necesita Techint para penetrar en la Selva y destruirla. Y cabe aclarar que dichos permisos consisten lisa y llanamente en modificar la Ordenanza que protege la Reserva. Esto es: ¡modificar la Ordenanza que protege un espacio público en función de un interés inmobiliario privado! 

Los vecinos no podemos seguir permitiendo estos atropellos, por eso los invitamos a difundir esta carta, a sumarse a la asamblea y a la lucha que se está librando no sólo en Buenos Aires, sino en todo el territorio argentino, contra el saqueo de nuestros recursos naturales y espacios  públicos.